Asumo que no es necesario repetir las advertencias de la entrada anterior, así que sin darle más rodeos al asunto, así es como a mí me fue con una de estas copas.
La compré a la mitad de mi ciclo, por lo tanto, no la utilicé de inmediato y eso me sirvió para buscar toda la información posible en internet sobre ellas. Quería que me dijeran cómo se supone que debo ponerla y quitarla sin tantos problemas y también quería que me dijeran qué hacer en caso de cualquier cosa que se supone te pueda ocurrir con ellas.
¿Y qué encontré? La verdad es que encontré una fuente interminable de información aquí: http://www.menstrualcups.org/
La mala noticia es que es una comunidad en inglés, así que si no manejan el idioma puede ser complicado leerla, pero bueno. Ahi está y les recomiendo que se den una vuelta por ahí. De todas maneras con conocimiento básico del idioma es más que suficiente, no es como que hayan demasiados términos diferentes en este tema.
Entonces, una vez que leí todo lo que pude al respecto, fue hora de utilizarla. Me esperé hasta un par de días antes de mi periodo para probarla. La razón es que no hay ningún problema con utilizarlas aún cuando todavía no te haya bajado. De hecho muchas personas lo hacen, al menos nada más para practicar la puesta y la quitada que es justo lo que yo quería porque mis primas habían estado teniendo problemas al respecto. También hay quienes las empiezan a usar a la menor señal de que ya viene su periodo para evitar cualquier tipo de accidentes.
La primera vez que me la puse fue complicado. Me tomó fácil unos quince minutos, y miren que no soy virgen y sé dónde están las cosas ahí abajo. Mi problema fue que es complicado meterla sin ningún tipo de lubricante. Leí que hay quienes usan unas gotas de agua como lubricante y eso usé. Al final la pude meter usando el "punch down fold". Fue complejo y sí, sí me dolió. Ahora, tengo que hacer el comentario de que yo nunca he usado un tampón (y así como lo veo, nunca usaré uno) porque TSS (toxic shock syndrome) no, gracias.
En fin, lo logré y tengo que decir que fue muy incómodo y tuve mis cinco minútos de pánico. Esto duele, es incómodo, la siento adentro, no quiero ni pensar en cómo me la voy a quitar, creo que tengo nauseas, esto no es para mi, acabo de desperdiciar 250 pesotes.
Pero la buena noticia es que eso sólo duró unos minutos. La dejé en su lugar y tengo que decir que sí es incómodo, pero no sé si es porque es una sensación extraña y diferente y molesta un poco o es nada más psicológico y uno mismo se inventa cosas. Yo creo que es lo segundo. Por ejemplo, sentía que tenía que caminar raro o si no me iba a lastimar, o quizá la iba a empujar hacia abajo o mucho más hacia adentro. La verdad es que la mayoría de los temores sobre las copas son infundados y no pasó nada.
Luego de tenerla puesta un rato decidi quitarla lo cual tomó MUCHO tiempo. Si ponerla me tomó 15 minutos, estoy segura de que quitarla me tomó al menos 25 o 30. ¿Por qué? Porque cuando me la puse me enteré que estaba bien abierta (se siente cuando abre) y eso crea un tipo de succión leve que hace que la sangre entre a la copa y que la copa no se mueva de su lugar. Entonces la copa estaba un poco más arriba de lo que yo esperaba, meter los dedos (nada más dos) no es del todo sencillo sin lubricante y sientes que te vas a pellizcar (o bien te pellizcas). No sé cuánto tiempo estube ahí en cuclillas en mi cuarto con los pantalones en los tobillos pujando cual si estuviera dando a luz hasta que al final pude alcanzar la colita de la copa y juego jalar de ella y al final sacarla.
La verdad es que el primer intento me dejó pensando que las copas no son para mi, porque es bastante complicado meterlas y sacarlas. Además me di cuenta de que la colita de la copa era muy larga y me pellizcaba o pinchaba todo el tiempo y eso no es agradable. Pues nada, lavé la copa y le corté un pedacito de la cola. Al siguiente dia iba a hacer otro intento. De todos modos mi periodo no iba a tardar.
Al día siguiente me la puse de nuevo. Me la puse porque iba a salir y no quería sorpresas mientras estuviera fuera. Fue una mala idea y la vez buena.
Fue buena porque me obligó a tener la copa puesta por más tiempo y en serio acostumbrarme a la sensación. Fue malo porque la colita de la copa aún me pellizcaba, en especial si me sentaba, lo cual fue la mayor parte del tiempo. Ponerla me tomó como un minuto y quitarla me tomó como 15 segundos. Fue un cambió demasiado grande de la primera a la segunda vez. Lo malo es que mi periodo no más me estaba trolleando y no más no me bajaba todavía.
En fin, me la puse de nuevo por la noche y a dormir. Y resulta que me empezó a bajar durante la noche y yo no me enteré si no hasta que me meti a bañar y me quité la copa. Tengo que decir que es una sensación muy rara eso de ver tu sangre contenída en la copa, pero no fue tan malo como me lo imaginaba. Claro, la copa no tenía ni 5 ml todavía, así que me la volví a poner, me terminé de bañar y salí.
Unas 6 horas después decidí checar y vaciarla. Esa vez lo hice sentada en la taza de baño. Quitarla me tomó un poco más de tiempo, quizá unos 3 minutos o 4 y cuando la saqué: bloody murder. La copa estaba llena, o sea unos 16 ml de sangre ROJA. los dos dedos que usé para sacarla estaban embarrados de sangre y yo en shock porque según yo no me desangraba tanto en mi primer día. Pero fuera de la sangre en esos dos dedos no hubo gran desastre. Vacié la copa en la taza, tomé un poco de papel para limpiar mis dedos y a mí misma antes de levantarme al lavabo a enjuagar la copa. Nada más ponerla bajo el chorro se deshace de prácticamente toda la sangre, luego le dí una lavada rápida con jabón y listo, regresé a sentarme a la taza y ponerla (con ayuda de un lubricante que compré exclusivamente para eso) me tomó 10 segundos a lo mucho. He de decir que en el protector que me puse por si acaso no habían ni dos gotas de sangre.
Esto se ponía mejor... o eso creí yo porque más tarde que me la cambié antes de dormir, tuve complicaciónes para ponerla de nuevo, aunque el shock de ver la sangre fue mucho menor. Además, uno de mis mayores problemas con mi periodo es el olor a sangre. La copa no huele a nada. Vaya, si le metes la nariz seguro hueles la sangre, pero a la distancia normal de cuando te la quitas no huele a nada. Eso hizo que el asquito que le pudiera tener a la sangre bajara a casi nulo.
Los siguientes días fueron un sube y baja. A veces era fácil quitarla, a veces más complicado. A veces podía ponerla en 5 segundos, otras me tardaba minutos porque la copa no abría. Pero soy testaruda y mis nulas ganas de usar una toalla sanitaria en mi vida me hicieron empeñarme en hacer que esto funcionara.
Sí, a veces fue un tanto frustrante, por ejemplo, durante la noche mi copa tiende a irse más hacia arriba y por lo tanto en la mañana era más dificil alcanzarla. En serio sentía que tenía que meter todo el dedo para apenas tocar la copa y me tomó empuejar mucho poder sacarla. Eso hizo que detestara las mañanas y el momento de levantarme porque sabía que iba a estar en la taza al menos 10 minutos intentado quitarme la mentada copita. A veces no importa cuanto moviera la copa sencillamente no quería abrir y tenía que sacarla y ponerla de maneras diferentes para poder lograr que abriera, lo que en consecuencia hizo que la siguiente vez que la cambiaba me pusiera tensa porque qué tal si no abría a la primera.
La clave es la paciencia. Al principio va a ser complicado y a veces van a querer aventar la copa por la ventana, y hey, está bien si quieren un break. Yo no la dejé de usar precisamente porque soy bien terca y porque mi periodo dura a la mucho 4 días, por lo tanto el tiempo que tengo para aprender es muy poco y quería tener la mayor práctica posible, pero si ustedes no son tan tercas como yo, está bien no usarla unas cuantas horas y regresar a su método de siempre. La copa no se va a ir a ningún lado y pueden regresar a ella cuando se sientan listas.
¿La recomendaría?
POR SUPUESTO.
No hay olor a sangre del qué preocuparse.
Lavar la copa y tus manos es fácil y rápido.
No tuve fugas mayores. Nada más unas cuantas gotas aquí y allá.
¿Conocen esa sensación de levantarse y sentir el flujo de sangre caer en la toalla? Pues yo ya no me acuerdo cómo se siente eso.
Horas y horas y NO.SE.SIENTE.
Aguanta, para mí, toda la noche sin necesidad de cambiarse y sin tener prácticamente un pañal puesto para evitar accidentes.
Podría hacer una lista más larga, pero la verdad es que mi único motivo para seguir usando la copa es no tener que volver a gastar un peso en toallas femeninas. ODIO las toallas, las detesto con todas las letras y estoy complacida y me alegra que no voy a tener que usar una a partir de este momento.
En el siguiente post les voy a dejar unos tips y preguntas frecuentes sobre las copas.
Pero ya en serio, anímense. Sí, las copas pueden ser un dolor de cabeza y toma práctica agarrarles el modo, pero vale la pena aprender a usarlas.
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